viernes, 14 de diciembre de 2012

LA NAVIDAD (Revisión histórica de algunos acontecimientos de Belén)


En este apartado queremos aclarar algunas cuestiones de nuestra fe. En nuestras celebraciones algunas cosas son de fe y otras son de “tradiciones religiosas” pero que nada inciden en el tema de la fe, sino que más bien se refieren a asuntos de cultura.

Leamos Lc 1, 18-25

NOS PREGUNTAMOS Y RESPONDEMOS

A-    ¿Qué día nació Jesús exactamente?
ES DE FE lo que leemos en Lc 2 sobre el nacimiento de Jesús y la visita de los pastores: “…Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue”.(v 6-7)
NO ES DE FE creer que ese día fue el 25 de diciembre, a media noche. Lo más seguro es que no nació ese día. ¿Cómo se vino a celebrar entonces el 25 de diciembre? Tiene esta explicación que nos da un autor crítico: “la fiesta de Navidad no se llegó a celebrar hasta mediados del siglo IV y Roma la fijó el 25 de diciembre para oponerla a la “fiesta de la luz” que los pueblos germánicos celebraban ese día. No hubo, pues, por parte de la Iglesia una razón cronológica para fijar dicha fiesta navideña el 25 de diciembre. Por su parte, los griegos ortodoxos la celebraban el día 6 de enero. En los autores antiguos tampoco había unanimidad sobre el día en que nació Jesús. Clemente de Alejandría (Siglo III) habla del 10 de abril; otros del 28 de marzo; otros del 29 de mayo, y otros a últimos de agosto. Esta parece ser la fecha más aproximada:
·         El nacimiento de Jesús coincidió con el tiempo en que los rebaños permanecían día y noche al aire libre en el campo ( Lc 2,8). En diciembre, ya invierno, los pastores y ganado se cobijan.

·         En el período estival, los establos quedaban vacíos y se acomodaban para los viajeros clientes del khan, esto explica que José y María se acomodasen en uno de ellos.
·         San Lucas (2,7) constata simplemente que no había lugar en la Hospedería de Belén, pero no dramatiza sobre las condiciones del establo, no hace mención de la “gruta”.
·         Es posible que tampoco hubiera en el establo 2asno y buey” y menos para dar calor al ambiente, ya que en agosto los animales estaban fuera del establo y la temperatura era cálida aún de noche. La presencia de esos animales no era necesaria y sería ciertamente impropia para José y sus familiares.
·         Esta misma época estival para la Navidad sugieren los datos científicos que se tienen sobre la visita de los Magos a Belén.

¿Conlleva esto una desilusión por la costumbre que tenemos de celebrar los 25 de diciembre? Nunca. Lo interesante e importante es celebrar el recuerdo del nacimiento, el amor que el Señor nos tiene al enviarnos a su Hijo… Lo demás es circunstancial. Sigamos, por tanto con todo júbilo esa fecha, mientras la Iglesia así lo quiera.

B-     Los Reyes Magos
San Mateo escribe – y esto es lo esencial en este punto- que “ Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron a Jerusalén” preguntando por el Niño…hasta que lo encontraron, guiados por una estrella y lo adoraron (Ver cap 2, 1-12). Esto es la fe.
Pero no es de fe creer:
·         Que fueron precisa y exactamente tres. El evangelista no indica el número de los magos y se aceptó como bueno el número de tres por los tres dones que ofrecieron al Niño: oro, incienso y mirra, que así menciona Mateo. Por tanto, pudieron ser más, pudieron ser menos.
·         No eran tampoco reyes. San Mateo los llama simplemente magos y los magos no eran reyes; más bien eran astrólogos o sacerdotes. Si hubieran sido reyes, el Evangelista, tan cuidadoso en la designación del rango de las personas, lo hubiera anotado.
·         No consta que se hubieran llamado Melchor, Gaspar y Baltasar. El Evangelista no lo dice. Fue la Europa del siglo IX quien inventó esos nombres.
·         Tampoco era “negro” uno de ellos. Quien conoce las costumbres orientales, sabe que es imposible la presencia de un negro entre los magos. Esta noticia la dio un monje de la Edad Media, llevado de su devota imaginación.

C-    ¿Era pobre la Sagrada Familia?
-          La literatura espiritual  ha puesto mucho acento en decir que la familia de Nazaret era muy pobre, casi miserable. Hay exageración en esto.
-          El Evangelio nada dice  sobre  “la extrema pobreza” de José y María. Asegurar eso, sería hacer poco favor al linaje de José y María y sobre todo a la capacidad de trabajo de José. Probablemente hay que decir que la familia de Nazaret perteneció a la clase media de aquel tiempo.
-          Sabemos que la Virgen María (Lc 1,5-36) estaba emparentada con la tribu levítica a través de Zacarías e Isabel, casta muy bien considerada en Israel. José pertenecía también al linaje de David (Mt 1,20) lo que era un signo indudable de distinción.
-          El empadronamiento impuesto por Roma era primordialmente una cuestión de orden administrativo y afectaba sólo a aquellas personas que disponían de bienes que había que declarar para pagar los impuestos correspondientes y, al inscribirlos, garantizar su propiedad y su seguridad. José y María acuden a inscribirse para declarar y defender sus intereses. Si no los tuviesen, no hubieran llegado a Belén tras un penoso viaje de 110 km aproximadamente y a pié y estando María encinta.
-          Además José tiene un oficio, el de artesano o carpintero cualificado (Mt 13, 55). Y este trabajo le daba para vivir sanamente, dignamente y desahogadamente. Suponer otra cosa, sería injuriar al santo José como incapaz, incompetente o perezoso para ganarse la vida.
Por todo lo anterior, hay que suponer que la posición de la Sagrada Familia en su tiempo, equivalía a lo que ahora llamamos clase media.

D-     Resumiendo
Esta revisión histórica sobre detalles del nacimiento del Niño Jesús, los Reyes Magos y la Familia de Nazaret, no deben influir de ninguna manera en nuestra fe. En el Evangelio hay cosas accidentales. Lo que acabamos de anotar es accidental en la historia de la salvación. Lo sustancial es que Jesús, enviado por el Padre, viene a salvarnos, pone su tienda entre nosotros (Jn 1,14) y vive entre nosotros comunicándonos su mensaje liberador. Todo lo demás interesa menos: qué día exactamente nació, cuántos reyes magos fueron a adorarle, etc.
Por eso, celebrar un día u otro esos acontecimientos, sería lo mismo …, como es lo mismo celebrar nosotros un día exacto el “día de las madres” mientras que en las otras naciones lo hacen en otra fecha diferente.

PARA LA REFLEXIÓN Y ESTUDIO PERSONAL
  1. ¿Qué se deduce de Lc 2,8?
  2. ¿Encuentras alguna relación entre la hora del nacimiento de Jesús y los versículos 14-15 del libro de la Sabiduría?
  3. ¿Qué dice la Biblia sobre los Reyes Magos?
  4. ¿En qué sentido era pobre la Familia de Nazaret?
  5. ¿Qué juzgas de esta revisión histórica de los hechos de Belén?

(Fuente: Temas Bíblicos, José M Miranda, ed Paulinas)

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