martes, 13 de mayo de 2014

1. SAN ANTONIO DE PADUA: Nacimiento y Familia


En la edición de los "Sermones dominicales y festivos" de san Antonio publicada por la Editorial Espigas, Murcia 1995, además del texto bilingüe (latín-español) de los Sermones, se ofrece una amplia y documentada introducción escrita por Rafael Sanz Valdivieso, de la que entresacamos la parte referente a la biografía y a las fuentes biográficas del Santo, que ofrecemos a continuación, suprimiendo el amplio aparato de notas que lleva el original.

La vida de san Antonio, el portugués más conocido y festejado en todo el mundo, fue breve por el número de años trascurridos entre su nacimiento y su muerte, pero de gran intensidad biográfica según los testimonios conservados. Después de muchas controversias, problemas e investigaciones, hoy se ha llegado a un consenso y opinión común sobre sus orígenes familiares, su nombre y el de sus padres, su formación en la escuela catedralicia de Lisboa, su estancia entre los Canónigos Regulares de San Agustín, su paso a la Orden franciscana atraído por el ejemplo de los primeros mártires franciscanos en Marruecos, su labor de predicador evangélico y de ministro preocupado por el bien de los hermanos confiados a su servicio y de escritor de Sermones según las reglas y procedimientos de la oratoria de su época. Además, murió como un santo en 1231 y fue canonizado a los once meses de su muerte, por aclamación del pueblo cristiano, confirmada con la declaración solemne de la Iglesia.

Nacimiento y familia
Aunque los datos no son seguros en todos sus detalles, sabemos que nació en Lisboa a finales del siglo XII, sin que podamos fijar la fecha con exactitud. Sus padres poseían una casa frente a la puerta principal de la Catedral, pues vivían en la misma calle, adecuada a la condición de su estado, del que no tenemos todos los datos muy completos para decir que formaban parte del estamento aristocrático, designado como "nobilis
progenies", "nobiliori genere". Todo lo más que se puede decir es que la familia Martins pertenecía a los "hombres buenos" del pueblo, mercaderes de posición desahogada y respetados en el burgo e incluso al servicio del Rey en los asuntos de tesorería. Quizá fue su padre uno de los "milites", ciudadanos que por su posición tenían concesión para servir al rey con armas y caballo. Así lo menciona la Leyenda Benignitas, aunque ha sido discutido el dato a la luz del testimonio aportado por Jacobus de Guisia.

1. Estos "felices progenitores" -expresión de la Assidua- se llamaban Martim de Bulhôes y Teresa Taveira, según fray Marcos de Lisboa en su Crónica, primera obra impresa que ofrece los nombres completos. El nombre Martinho, Martim de Bulhôes, Bolhom o Bolhâo, es el que aparece unido al nombre de bautismo del Santo, Fernando Martins de Bulhôes, sin que tenga nada que ver con los guerreros y cruzados descendientes de Godofredo de Buillón, ya que la costumbre de ennoblecer el linaje de los santos es peculiar concesión de la hagiografía del pasado, como si no bastara el ser buenos y fervorosos cristianos. Los autores de las "Leyendas" hacen afirmaciones generales sobre la "nobleza" que no se pueden tomar al pie de la letra, sino en sentido amplio, como conviene a una persona de "nobles" sentimientos y acciones desde su juventud.
El nombre de la madre, Teresa Taveira, aparece indicado en otras fuentes como María de Távora, sin que haya posibilidad de aclarar tal diferencia aceptada, ya que aparecen ambos en la tradición. Wadding coincide con la afirmación de la Leyenda Benignitas de que se llamaba María. Es discutible la afirmación de algunos cronistas sobre la procedencia de la familia Taveira de Asturias, en el norte de España, cuyo antepasado habría sido el rey Fruela (s. VIII), padre de Alfonso el Casto, ya que no tenemos constancia de tal parentesco ni de su nobleza de sangre.
La infancia de Fernando Martins de Bulhôes, tal fue el nombre que le impusieron al bautizarlo en la vecina Catedral, transcurrió en una familia normal, conocida en Lisboa, de notable posición y haberes, como se ve en los documentos referidos a sus padres y otros tres hermanos relacionados con la edificación de la iglesia dedicada a San Mamés, cercana a su casa. El no tener fijado el año de su nacimiento con la misma seguridad con la que sabemos el lugar, se debe a la poca garantía que ofrecen los datos transmitidos por las "Leyendas" respecto de las fechas, cuyos autores quizá las ignoraban como nosotros. La Raimundina, la Benignitas y el Liber miraculorum hablan de los treinta y seis años con que contaba al morir. Nacido, por tanto, en 1195, y distribuidos así: 15 años en casa de sus padres, casi 2 en Lisboa y otros 9 en Coimbra entre los Canónigos Regulares de san Agustín, y 10 de franciscano. Fernando Félix Lópes propone el año 1188 como fecha de nacimiento de san Antonio, apoyado en los datos de G. Abate y en las observaciones y otros datos ofrecidos por A. Callebaut; indica el año 1208 para la fecha de su entrada en los Canónigos Regulares de san Agustín; esa era la cronología propuesta en 1947 por J. Montalverne, OFM.
A. D. de Sousa Costa concluye, después de repasar las propuestas de los estudiosos y las afirmaciones de las "Leyendas", que determinar la edad del Santo sólo puede hacerse de manera aproximada partiendo de la Assidua y teniendo en cuenta las indicaciones que en el Dialogus de gestis sanctorum Fratrum Minorum (1244-46) le describen entregado al estudio de las artes liberales, cuando, con la llegada de la pubertad, comenzaron a crecer los estímulos de la carne, y aunque se sentía sobremanera acuciado pos estos movimientos de lascivia, no por eso aflojó el freno a la adolescencia y al placer, sino que, despreciados los estudios literarios, corrió a un monasterio de san Agustín cercano a la ciudad y tomó el humilde hábito de Canónigo Regular. El término "adolescente", usado por la leyenda Benignitas y las indicaciones relativas a la crisis y tentaciones juveniles propias de la edad, permiten pensar con una cierta flexibilidad en los 17-18 años, edad en la que se decidió a entrar en el monasterio de San Vicente de Fora de los Canónigos Regulares, dando un margen de tiempo razonable entre los quince años y su decisión de entrar en el monasterio, margen en el que se sitúa la crisis personal y las tentaciones mencionadas.

2. El nacimiento de san Antonio, por tanto, se fijaría hacia 1191; el día y mes no los conocemos. El dato resultante del reconocimiento del cuerpo del Santo, en 1981, por varios expertos en medicina legal, indicaría una edad de 39 o 40 años, "intorno ai 40 anni", que coincide con las deducciones a partir de la Assidua. Después de quince años trascurridos sin problemas en casa de sus padres, antes de la entrada entre los Canónigos Regulares de san Agustín el año 1209, afrontó un período de crisis, dudas, angustias y tentaciones, contra las cuales Fernando luchó valientemente, aunque no debería alargarse más de dos o tres años, después de los cuales, "despreciadas las diversiones del mundo", vistió el hábito de los Canónigos Regulares en San Vicente de Fora en Lisboa. En el monasterio, las visitas de parientes y amigos de juventud eran más frecuentes de lo necesario y perturbaban la vida y piedad cenobítica más de lo tolerable, según los datos de la Assidua, del Dialogus y la Raimundina, por lo que a fines de 1210 o comienzos de 1211 se trasladó al monasterio de Santa Cruz de Coimbra, cuando contaba cerca de veinte años.

El abandono de Lisboa por Coimbra, a 175 kilómetros de distancia, para que las relaciones con sus amigos y familiares no fueran obstáculo a los más altos intereses de su alma, es un dato válido que merece más atención que las posibles pasiones políticas que pudieran asediar al monasterio de San Vicente de Lisboa, las intervenciones reales o tensiones entre nobles y eclesiásticos, incluidos los Obispos de Oporto y Coimbra, etc., porque la Corte, entonces, se encontraba en Coimbra, y no aparece en la Assidua su pretensión de mezclarse en los litigios del Rey y los Obispos de Coimbra y Oporto, ni en los propios del monasterio de Santa Cruz de Coimbra con ambas instituciones. La Assidua menciona los amigos de su misma condición social y las visitas inoportunas: "Unos dos años permaneció aquí [en San Vicente de Lisboa], durante los cuales tuvo que soportar las frecuentes visitas de amigos, tan importunas a las almas recogidas. Para evitar de raíz la causa de tales perturbaciones, decidió abandonar el solar natal, capaz de debilitar en no pequeña medida los ánimos viriles, de modo que, defendido por la barrera de la distancia, pudiese servir más libremente al Señor". Así que su traslado a Santa Cruz de Coimbra, con el permiso de sus superiores, se hizo "con fervor de espíritu".(Continuará...)

(Fuente: franciscanos.org)

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