miércoles, 29 de enero de 2014

Catequesis del Papa sobre el "Sacramento de la Confirmación"


Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En esta tercera catequesis sobre los sacramentos nos detenemos en la Confirmación, que se entiende en continuidad con el Bautismo, al cual está vinculado de modo inseparable. Estos dos sacramentos, juntamente con la Eucaristía, forman un único evento salvífico, que se llama —«iniciación cristiana»—, en el que somos introducidos en Jesucristo muerto y resucitado, y nos convertimos en nuevas creaturas y miembros de la Iglesia. He aquí por qué en los orígenes estos tres sacramentos se celebraban en un único momento, al término del camino catecumenal, normalmente en la Vigilia pascual. Así se sellaba el itinerario de formación y de inserción gradual en la comunidad cristiana que podía durar incluso algunos años. Se hacía paso a paso para llegar al Bautismo, luego a la Confirmación y a la Eucaristía.

Comúnmente [en italiano] se habla de sacramento de la «Cresima», palabra que significa «unción». Y, en efecto, a través del óleo llamado «sagrado Crisma» somos conformados, con el poder del Espíritu, a Jesucristo, quien es el único auténtico «ungido», el «Mesías», el Santo de Dios. El término «Confirmación» nos recuerda luego que este sacramento aporta un crecimiento de la gracia bautismal: nos une más firmemente a Cristo; conduce a su realización nuestro vínculo con la Iglesia; nos concede una fuerza especial

miércoles, 22 de enero de 2014

Catequesis del Papa durante la "Semana de Oración por la unidad de los Cristianos"


Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

El sábado pasado empezó la Semana de oración por la unidad de los cristianos, que concluirá el sábado próximo, fiesta de la Conversión de san Pablo apóstol. Esta iniciativa espiritual, como nunca valiosa, implica a las comunidades cristianas desde hace más de cien años. Se trata de un tiempo dedicado a la oración por la unidad de todos los bautizados, según la voluntad de Cristo: «Que todos sean uno» (Jn 17, 21). Cada año, un grupo ecuménico de una región del mundo, bajo la guía del Consejo mundial de Iglesias y del Consejo pontificio para la promoción de la unidad de los cristianos, sugiere el tema y prepara materiales para la Semana de oración. Este año, tales materiales provienen de las Iglesias y comunidades eclesiales de Canadá, y hacen referencia a la pregunta dirigida por san Pablo a los cristianos de Corinto: «¿Es que Cristo está dividido?» (1 Cor 1, 13).

Ciertamente Cristo no estuvo dividido. Pero debemos reconocer sinceramente y con dolor que nuestras comunidades siguen viviendo divisiones que son un escándalo. Las divisiones entre nosotros cristianos son un escándalo. No hay otra palabra: un escándalo. «Cada uno de ustedes —escribía el Apóstol— dice: “Yo soy de Pablo”, “yo soy de Apolo”, “yo soy de Cefas”, “yo soy de Cristo”» (1, 12). Incluso quienes profesaban a Cristo como su líder no son aplaudidos por Pablo, porque usaban el nombre de Cristo para separarse de los demás dentro de la comunidad cristiana. El nombre de Cristo crea comunión y unidad, no

miércoles, 15 de enero de 2014

Catequesis del Papa: segunda parte del "Sacramento del Bautismo"


Queridos hermanos y hermanas:

El miércoles pasado hemos comenzado un breve ciclo de catequesis sobre los Sacramentos, comenzando por el Bautismo. Y en el Bautismo quisiera centrarme también hoy, para destacar un fruto muy importante de este Sacramento: el mismo nos convierte en miembros del Cuerpo de Cristo y del Pueblo de Dios. Santo Tomás de Aquino afirma que quien recibe el Bautismo es incorporado a Cristo casi como su mismo miembro y es agregado a la comunidad de los fieles (cf. Summa Theologiae, III, q. 69, a. 5; q. 70, a. 1), es decir, al Pueblo de Dios. En la escuela del Concilio Vaticano II, decimos hoy que el Bautismo nos hace entrar en el Pueblo de Dios, nos convierte en miembros de un Pueblo en camino, un Pueblo que peregrina en la historia.

En efecto, como de generación en generación se transmite la vida, así también de generación en generación, a través del renacimiento en la fuente bautismal, se transmite la gracia, y con esta gracia el Pueblo cristiano camina en el tiempo, como un río que irriga la tierra y difunde en el mundo la bendición de Dios. Desde el momento en que Jesús dijo lo que hemos escuchado en el Evangelio, los discípulos fueron a bautizar; y desde ese tiempo hasta hoy existe una cadena en la transmisión de la fe mediante el Bautismo. Y cada uno

miércoles, 8 de enero de 2014

Catequesis del Papa sobre el "Sacramento del Bautismo"


Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy iniciamos una serie de catequesis sobre los Sacramentos, y la primera se refiere al Bautismo. Por una feliz coincidencia, el próximo domingo se celebra precisamente la fiesta del Bautismo del Señor.

El Bautismo es el sacramento en el cual se funda nuestra fe misma, que nos injerta como miembros vivos en Cristo y en su Iglesia. Junto a la Eucaristía y la Confirmación forma la así llamada «Iniciación cristiana», la cual constituye como un único y gran acontecimiento sacramental que nos configura al Señor y hace de nosotros un signo vivo de su presencia y de su amor.

Puede surgir en nosotros una pregunta: ¿es verdaderamente necesario el Bautismo para vivir como cristianos y seguir a Jesús? ¿No es en el fondo un simple rito, un acto formal de la Iglesia para dar el nombre al niño o a la niña? Es una pregunta que puede surgir. Y a este punto, es iluminador lo que escribe el apóstol Pablo: «¿Es que no saben que cuantos fuimos bautizados en Cristo Jesús fuimos bautizados en su muerte? Por el Bautismo fuimos sepultados con Él en la muerte, para que, lo mismo que Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva» (Rm 6, 3-4). Por lo tanto, no es