miércoles, 19 de marzo de 2014

Catequesis del Papa: “Sean como San José custodios y educadores de los hijos”


Queridos hermanos y hermanas, buenos días:
 
Hoy, 19 de marzo, se celebra la fiesta de San José, Esposo de María y Patrono de la Iglesia Universal. Así que dedicamos esta catequesis a él, que merece toda nuestra gratitud y devoción por cómo fue capaz de custodiar a la Virgen Santa y al Hijo Jesús. Ser custodio es el sello distintivo de José, es su gran misión, ser custodio.

Hoy me gustaría retomar el tema de la custodia de acuerdo con una perspectiva particular: la perspectiva de la educación. Echemos un vistazo a José como el modelo del educador, que custodia y acompaña a Jesús en su camino de crecimiento "en sabiduría, edad y gracia", como dice el Evangelio. Él no era el padre de Jesús: el padre de Jesús era Dios, pero él le hacía de papá a Jesús, le hacía de padre para hacerlo crecer. Y ¿cómo lo ha hecho crecer? En sabiduría, edad y gracia.

Empecemos por la edad, que es la dimensión más natural, el crecimiento físico y psicológico. José, junto con María, se encargaron de Jesús, sobre todo, desde este punto de vista, es decir, lo "criaron", preocupándose de que no le faltara nada de necesario para un desarrollo saludable.

No hay que olvidar que el cuidado atento y fiel de la vida del niño también dio lugar a la huida a Egipto, la dura experiencia de vivir como refugiados -José ha sido un refugiado con María y Jesús- para escapar de la amenaza de Herodes. Luego, una vez de vuelta a casa y establecidos en Nazaret, hay todo el largo período de la vida de Jesús en su familia. En aquellos años, José enseñó también a Jesús su trabajo, y Jesús ha

lunes, 17 de marzo de 2014

La cuaresma, camino hacia la Pascua de Resurrección









Duración.

La Cuaresma dura cuarenta días. Comienza el miércoles de ceniza y termina el jueves santo por la tarde-noche, antes de la Misa “en la Cena del Señor”.

También cabe decir que la liturgia considera el Jueves a la noche, con el Viernes Santo, Sábado Santo y Domingo de resurrección, como el Corazón del Año Litúrgico, lo que llamamos el "Triduo Pascual". 

Comienza este Triduo con la Misa “en la Cena del Señor”, y culmina con la Vigilia Pascual el sábado a la noche y el domingo de Resurrección. No olvidemos que la costumbre judeo cristiana considera el día comenzado en sus vísperas.

Inicialmente, la Cuaresma iba desde el Primer Domingo de Cuaresma al Jueves Santo, pero a raíz de una reforma litúrgica, se descontaron los domingos, por considerarlos pascuales. Para redondear nuevamente el número 40, se añadió a la Cuaresma los días que van del Miércoles de Ceniza hasta el Primer Domingo de Cuaresma. De esta manera salen los 40 días. 

Por lo que, actualmente, la Cuaresma va, según lo dicho más arriba, desde el Miércoles de Ceniza hasta el Jueves Santo excluida la noche con la Misa de la Cena del Señor, donde comienza el Triduo Pascual.

Sentido de la Cuaresma.

A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como hijos de Dios. La cuaresma es un gran ejercicio

jueves, 27 de febrero de 2014

CELEBRACIÓN DEL MIÉRCOLES DE CENIZA

INTRODUCCIÓN
Canto o silencio
La celebración puede iniciarse en silencio o con un canto adecuado. Podrían cantarse las letanías de los santos.

Signación
El animador se signa junto con toda la asamblea.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Saludo**                  
El animador saluda con las manos juntas a la asamblea con una de las siguientes invocaciones.
1. Nuestro auxilio es el nombre del Señor
R. Que hizo el cielo y la tierra.
2. Sea bendito nuestro Dios en todo tiempo y lugar, ahora y
por los siglos de los siglos.
R. Amén.

Monición
El animador u otro de los presentes, puede hacer una monición que introduzca la celebración. He aquí un modelo:
«Conviértanse y crean en el Evangelio», ésa es la invitación que Jesús nos hace hoy a través de la Iglesia.
Convertirse quiere decir volverse hacia Dios. Supone más un dirigirse hacia Alguien que llama que un desprenderse del egoísmo y optar por una nueva concepción de la vida. Para acoger un mensaje, hay que elevar ante todo los ojos hacia el mensajero.
Por este motivo, Jesús hizo una llamada a la conversión en el momento en que iba a anunciar a los hombres la Buena Nueva del Reino de Dios, y Pedro reitera esa misma llamada el día de Pentecostés. La conversión, a la que somos invitados, consistirá, ante todo en una intensificación de nuestra relación personal con Jesús.

Oración colecta
El animador invita a orar, y todos harán silencio por breves momentos. Si lo desea puede utilizar el tradicional Oremos. Luego hace la siguiente oración con las manos extendidas.
Padre bueno, Concédenos poder inaugurar con este ayuno santo la vigilancia propia de nuestro combate cristiano, para que el vigor que comunica a nuestro ser la austeridad de la Cuaresma afirme nuestra fortaleza

domingo, 23 de febrero de 2014

Blog que te ayuda a crecer en la fe

Queridos hermanos, hoy les compartimos un blog "FAMILIA CATÓLICA",  que busca ayudar y animar a las familias a prepararse y motivar a sus hijos para vivir los diferentes momentos del año litúrgico.

El blog está hecho por Xhonané  Olivas, quien busca ayudarnos con ideas y sugerencias para la educación en la fe de los niños, y toca diferentes temas que nos interesan a los católicos practicantes.

No dejen de visitar este sitio, y de marcarlo en sus PC. Esperamos te hayamos dado un gran aporte.

JDC Oberá

miércoles, 5 de febrero de 2014

Catequesis del Papa sobre el "Sacramento de la Eucaristía"


Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy les hablaré de la Eucaristía. La Eucaristía se sitúa en el corazón de la «iniciación cristiana», juntamente con el Bautismo y la Confirmación, y constituye la fuente de la vida misma de la Iglesia. De este sacramento del amor, en efecto, brota todo auténtico camino de fe, de comunión y de testimonio.

Lo que vemos cuando nos reunimos para celebrar la Eucaristía, la misa, nos hace ya intuir lo que estamos por vivir. En el centro del espacio destinado a la celebración se encuentra el altar, que es una mesa, cubierta por un mantel, y esto nos hace pensar en un banquete. Sobre la mesa hay una cruz, que indica que sobre ese altar se ofrece el sacrificio de Cristo: es Él el alimento espiritual que allí se recibe, bajo los signos del pan y del vino. Junto a la mesa está el ambón, es decir, el lugar desde el que se proclama la Palabra de Dios: y esto indica que allí se reúnen para escuchar al Señor que habla mediante las Sagradas Escrituras, y, por lo tanto, el alimento que se recibe es también su Palabra.

Palabra y pan en la misa se convierten en una sola cosa, como en la Última Cena, cuando todas las palabras de Jesús, todos los signos que realizó, se condensaron en el gesto de partir el pan y ofrecer el cáliz, anticipo del sacrificio de la cruz, y en aquellas palabras: «Tomen, coman, éste es mi cuerpo... Tomen, beban, ésta es mi sangre».

El gesto de Jesús realizado en la Última Cena es la gran acción de gracias al Padre por su amor, por su