Últimas actividades y fallecimiento del Santo
Durante la Cuaresma de 1231 dejó la redacción de los Sermones
festivos para dedicarse con toda intensidad a la predicación, a la
enseñanza y al sacramento de la penitencia, según la Assidua, que
describe el fruto de esta labor con palabras llenas de admiración y emoción:
"Reducía a la concordia fraterna a los enemistados; restituía la libertad
a los encarcelados; hacía devolver lo robado con usura o violencia... Rescataba
a las meretrices de su infamante trato; y mantenía alejados de poner la mano
sobre lo ajeno a ladrones famosos por sus delitos. Y así, transcurridos
felizmente los cuarenta días, fue grande la cosecha de mies, agradable a los
ojos de Dios, que con su celo recolectó".
Una descripción semejante, más parece un resumen de su
vida y actividad evangelizadora, que una descripción de la predicación de 1231.
En esta ocasión destaca el fuerte acento social, pues las discordias entre
güelfos y gibelinos estaban a la orden del día, y no menos la esclavitud por
deudas, según el estatuto que publicó el "Común" de Padua el 15 de
marzo de 1231 a petición del Santo. Lo mismo podemos decir de la usura, o de la
atención a las prostitutas y a los ladrones profesionales. No menos importante
parece ser la acción, en el mes de mayo, ante Ezzelino para pedir la libertad
de Ricardo, conde de san Bonifacio, que no obtuvo, en las disensiones entre
güelfos y gibelinos. Cansado, se retiró a Camposampiero, a unos veinte
kilómetros de Padua, al eremitorio construido para los frailes por el conde
Tiso, donde reemprendió la composición de los Sermones festivos mientras
se dedicaba a la oración.
1. El 13 de junio de 1231, cuando iba a ser trasladado
por fray Rogerio, a petición suya, al caer enfermo y sentir cercana la
presencia de la hermana muerte, del eremitorio de Camposampiero al de santa
María en Padua, otro hermano, fray Vinoto, que había salido a su encuentro, al
verle tan enfermo decidió llevarlo a Arcella, suburbio de la ciudad de Padua
donde estaban los frailes que asistían al convento de las Damas Pobres. Allí
murió el 13 de junio de 1231 -según dice la Assidua- después de
haber recibido los santos sacramentos de la penitencia y de la unción, cantando
el himno "O gloriosa Domina" y los salmos penitenciales, y exclamando
"Veo a mi Señor" entregó su alma a Dios.
La noticia de su muerte se extendió rápidamente y
surgieron las disensiones sobre dónde enterrarlo, asunto que se resolvió con
diplomacia, y el 17 de junio de 1231 se le dio sepultura en la iglesia del
convento paduano de Santa María Mater Domini.
2. Antes de pasar un año, debido al fervor popular,
comenzó el proceso de canonización encargado al obispo de Padua, Giacomo
Conrado, al abad de los Benedictinos, Jordano Sforzaté, y al prior de San
Agustín, Giovanni Schio da Vicenza; el 30 de mayo de 1232, día de Pentecostés,
fue proclamado santo y canonizado con toda solemnidad en Espoleto, donde se
encontraba la Curia papal, por el Papa Gregorio IX, que entonó la antífona de
los doctores de la Iglesia, "O Doctor optime". Tal proclamación
oficial de san Antonio como "Doctor capaz de iluminar a la Iglesia
entera" se llevó a cabo, a petición de la Sagrada Congregación de Ritos,
por el Papa Pío XII, con la carta apostólica Exulta, Lusitania felix el
16 de enero
de 1946. San Antonio, conocido como hombre de Dios, predicador
evangélico, teólogo, místico, empezó a ser conocido, después de su muerte y
canonización, como el santo Taumaturgo cuyos portentosos milagros cantan los
pueblos según el conocido responsorio "Si buscas milagros, mira..." y
las devociones populares tradicionales que le hacen ser "el Santo de todo
el mundo", según feliz expresión del Papa León XIII.
En cuanto a los escritos del Doctor Evangélico, según los
estudiosos que han preparado la reciente edición crítica de los Sermones
Dominicales et festivi, éstos son la única obra antoniana cuya
autenticidad está atestiguada por catorce códices de los siglos XIII-XIV, según
el elenco de dicha edición crítica. En el pasado, a san Antonio, por la fama de
santidad y por su saber, además de las conocidas como auténticas, se le habían
atribuido otras obras que no son fruto de su esfuerzo.
FUENTES LITERARIAS
PARA LA VIDA DE SAN ANTONIO
PARA LA VIDA DE SAN ANTONIO
A) Leyendas antonianas
Con este título agrupamos las "vidas" de san
Antonio escritas por autores franciscanos en el siglo XIII, o comienzos del
XIV. Son las fuentes más seguras para su biografía y han sido publicadas en la
actualidad.
A nadie sorprenda que hablemos de "Leyendas" al
referirnos a las fuentes históricas, porque esa palabra en los escritos
medievales era sinónima de crónica, vida, biografía, o como
dice el Diccionario de la Lengua Española: "Historia o relación de la vida
de uno o más santos" (3ª acepción); y no es de aplicación a nuestro caso
el otro significado de la misma palabra: "Relación de sucesos que tienen
más de tradicionales o maravillosos que de históricos o verdaderos" (4ª
acepción).
1.ª La Assidua, llamada así por ser esa
la palabra con que comienza el texto latino, conocida también con el nombre de Leyenda
primera o Vida primera. Fue escrita en 1232, a los pocos
meses de morir san Antonio, por un franciscano anónimo, que vivía en Padua y
conoció los hechos que describe, sobre todo los de la muerte y sepultura. Su
autor es un escritor experto, conocedor de la Biblia y estudioso competente.
Además, tuvo informaciones, referentes a los quince primeros años de la vida
del Santo, procedentes del obispo de Lisboa, Soeiro Viegas II, que se
encontraba en la canonización del Santo celebrada en Espoleto el 30 de mayo de
1232. Es posible que se sirviera también de las actas que se reunieron, en
forma de proceso apostólico, para su canonización. No contiene ninguna
información de los años que san Antonio vivió y predicó en Francia y muy poco
desde su regreso a Italia hasta el año 1230. Es un documento fundamental en la
hagiografía antoniana. Contiene un Tratado de los milagros en
dieciséis capítulos con cincuenta y tres episodios, curaciones sobre todo,
"que fueron leídos ante el papa Gregorio IX" en la canonización [casi
en su totalidad acaecidos después de la muerte del Santo; ninguno de los
famosos milagros realizados por el Santo en vida es siquiera mencionado].
2.ª La Leyenda segunda, designada
antiguamente Vida segunda o anónima, pero
escrita por fray Julián de Espira antes del año 1239, ya que en tal año el
Oficio litúrgico la incluía como "lectura" hagiográfica de san
Antonio. A. Domingues de Sousa Costa propone los años 1233-1240 como fecha de
la composición de esta "Legenda sancti Antonii", que sigue de cerca a
la Assidua, de forma más sobria y escueta en sus
descripciones, aunque literariamente más elegante, acentuando el ritmo del
lenguaje mediante el "cursus" y aumentando los milagros con el
episodio del Capítulo Provincial de Arles, cuando se apareció san Francisco de
Asís mientras predicaba san Antonio (cf. 1 Cel 48). No menciona milagros
realizados por san Antonio en vida, aunque sí alude a la fama de taumaturgo de
san Antonio "después de su muerte", al que describe "insigne por
su doctrina y santidad". Fray Julián de Espira es autor también del
"Oficio rítmico" y del célebre responsorio "Si buscas
milagros..." del tercer nocturno de maitines.
3.ª El Dialogus de vitis seu de gestis sanctorum
Fratrum Minorum, llamado también Dialogus fratris Crescentii, porque
fue escrito por mandato de fray Crescencio de Jesi, Ministro general
(1244-1247), con lo que ya tenemos la fecha aproximada de composición. Se ha
atribuido a Tomás de Pavía, ya mencionado a propósito de la Assidua, a
la que sigue literalmente en la parte biográfica, a veces resumiendo y
trascribiendo, por lo que se ha pensado que este Dialogus era
un "compendio" de la Assidua. En cuanto a la narración de
los milagros realizados por el Santo después de su muerte -de los 44 que
contiene, 42 proceden de la Assidua- se sirve del manuscrito de la Assidua que
se encontraba en el convento franciscano de Ancona. El Dialogus fue
escrito entre los años 1244 y 1246; su autor, desconocido, se presenta humildemente
como "siervo inútil de Cristo".
4.ª La Leyenda Raimundina, o Legenda
altera, así llamada por ser autor de la misma el franciscano fray
Pietro Raymundi de San Romano quien, según los estudios de F. M. Delorme, la
habría compuesto en 1293. Vergilio Gamboso afirma la presencia de Pietro
Raymundi en Padua en el año 1293, pero no acepta la paternidad
"raymundina" del escrito, que considera anónimo. Esta Legenda narra
con sumo cuidado 8 milagros obrados en tiempos del autor por san Antonio,
comprobados y atestiguados ante el Obispo de Padua, añadiéndolos a los 53 que
toma de la Assidua. Depende en su narración de la Assidua y
ofrece la novedad de hablar de la ordenación sacerdotal de san Antonio antes de
su ingreso en la Orden franciscana. Esta misma Leyenda afirma
que al morir, el año 1231, san Antonio tenía 36 años, edad que nos lleva a la
afirmación tradicional sobre la fecha de su nacimiento en el año 1195.
5.ª La Leyenda florentina o Legenda
sancti Antonii. Se cree que fue escrita en la segunda mitad del s. XIII;
según otras opiniones, habría sido escrita a fines del s. XIII o comienzos del
XIV, por los elementos legendarios que contiene, desconociéndose quién pueda
ser el autor de la misma, escrita en un latín elegante. Depende de las dosLeyendas más
antiguas, pero añade diez episodios milagrosos que no se encuentran en las
anteriores: la predicación a los peces; la bilocación predicando en el púlpito
y leyendo en el coro en dos lugares remotos; el vino derramado recogido
milagrosamente en la vasija rota y restaurada; tentación vencida por el soplo
del Santo; transformación de un sapo en gallo capón aderezado para comer,
deshaciendo la invitación trampa en Montpellier; el corazón del avaro hallado
entre las monedas de su cofre, y tres milagros ocurridos después de la muerte
de Antonio, entre ellos la resurrección del hijo de la hermana del Santo. Fue
compuesta para uso litúrgico.
6.ª La Leyenda Rigaldina o Vita
Beati Antonii de Ordine Fratrum Minorum, escrita por el franciscano
Jean Rigauld, natural de Limoges, Ministro Provincial en 1298 y nombrado obispo
de Tuy, a donde no llegó a tomar posesión, y después, de Tréguier (1317-1323).
Depende de la Leyenda escrita por fray Julián de Espira, pero
se sirvió de otras fuentes que le proporcionan datos de los años 1223 hasta
1230, período de la estancia de Antonio en Francia, del que nada dice la Assidua.
Con escrupulosidad histórica recoge importantes noticias locales y personales,
trasladándose para ello el autor a los lugares donde se desarrollaron los
hechos e interrogando a cuantos conocieron u oyeron hablar del Santo. Así
sabemos que san Antonio fue nombrado Custodio de Limoges en el Capítulo
Provincial de 1226, celebrado en Arles, y en calidad de tal estuvo presente en
el Capítulo General de Pentecostés de 1227, convocado por Fray Elías, después
de la muerte de san Francisco. La fecha de composición se sitúa entre 1298 y
1317. Los milagros realizados después de la muerte de Antonio y que sólo narra
esta leyenda son siete, pero no menciona ninguno de los realizados en tiempo
del Papa Bonifacio VIII, muerto en 1303, con lo que se puede ceñir aún más la
fecha de composición.
Con la Rigaldina se cierra el ciclo de
las leyendas antonianas que merecen el favor de los críticos, y con laBenignitas empieza
la serie de las que mezclan lo histórico con lo legendario, y cuyo manejo
supone el discernimiento y el sentido crítico.
B) Otras Leyendas antonianas
1.ª La leyenda Benignitas, llamada así
por ser esa la primera palabra del texto latino, se conserva de forma
fragmentaria en el códice Rosenthal (s. XV) de la Facultad de Teología
Protestante de París, como "adición" a laAssidua contenida
en dicho manuscrito. Se considera anónima y redactada a comienzos del s. XIV
por un franciscano. Es la primera leyenda que ofrece los nombres de los padres
de san Antonio, Martín y María, su origen noble y noticias de su infancia.
Además dice que el Papa Gregorio IX cantó la antífona "O Doctor" en
su canonización. Coincide en cinco episodios con las adiciones de Lausana
(1337) a la Assidua: Antonio primer lector de teología de la Orden
franciscana, Provincial de Emilia Romaña, bilocación en Montpellier, audición a
distancia de su predicación, y aparición después de su muerte al abad de Vercelli,
Tomás Gallus; también menciona la predicación en lengua vulgar italiana.
Pertenece ya a un tipo de hagiografía en el que es difícil separar lo verdadero
de lo inventado, porque la verdad histórica de los hechos, con el paso del
tiempo, se fue trasformando en recuerdos vagos e imprecisos, de forma que los
elementos "maravillosos" y extraordinarios, la atribución de milagros
de un santo a otro, etc., aumentan considerablemente en las narraciones de tipo
popular.
2.ª El Liber miraculorum, se encuentra
en la Crónica de los XXIV Generales, reuniendo episodios
sueltos que narran milagros del Santo, uno de ellos en torno a 1367, por lo que
esta fecha debe ser la probable o cercana a su redacción, ya que la Crónica se
terminó en 1374. Contiene esta recopilación 66 narraciones, de las cuales 4 se
refieren a la vida de san Antonio, 33 son milagros realizados en vida del
Santo, tomados sobre todo de laBenignitas y de la Rigaldina, y
otros 31 milagros son póstumos. Es el primero que relata la aparición del Niño
Jesús al Santo y también contiene el original de la "carta" que san
Francisco de Asís le dirigió para que enseñara la teología sin que el estudio
apagase el espíritu de oración y devoción (CtaAnt). Recuerda la edad del Santo
en el momento de su muerte, 36 años, que cita de acuerdo con la Raimundina, y
establece esta cronología: vivió hasta los quince años con sus padres, nueve
entre los Canónigos Regulares de San Agustín y diez como franciscano.
Hay otras "leyendas" que contienen una vida de
san Antonio o fragmentos de la misma y que aportan incluso noticias propias que
no aparecen en las anteriores, aunque deben tomarse con las precauciones
debidas. Así, por ejemplo, Bartolomé de Pisa, en su De conformitate
vitae..., escrito hacia 1385, incluye una vida de San Antonio; y algo
parecido hacen fray Paulino de Venecia, obispo de Pozzuoli (1324-1344), en su
obra Historia de origine mundi, y el notario paduano Sicco
Ricci Polentone en su Sancti Antonii confessoris de Padua vita, escrita
hacia 1433.
C) Otras fuentes
Otras fuentes que proporcionan datos y noticias útiles
para la biografía de san Antonio son los Diplomas y Bulas papales que se
refieren a las circunstancias que rodearon la vida y la muerte del Santo.
El Officium [rhythmicum] Sancti Antonii, escrito
por fray Julián de Espira ( 1250) lo mismo que el dedicado a san Francisco,
según el testimonio de fray Jordán de Giano. Parece ser que se compuso siendo
Ministro general fray Juan Parente (1227-1232), lo cual nos llevaría al mismo
año de la canonización de san Antonio, once meses después de su muerte, o a
pocos años después, por lo que debe ser retrasado, ya que va al lado de la Leyenda oVida
segunda y es posterior a la Assidua escrita después
de la canonización.
También se encuentran testimonios menores en otras
fuentes históricas del s. XIII, como las compuestas por Tomás de Celano y san
Buenaventura, Salimbene de Adam, Tomás de Eccleston, etc.
[San Antonio de Padua, Sermones dominicales
y festivos. Texto bilingüe. Vol. I. Murcia, Editorial Espigas, 1995, pp.
XVII-LII]
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