jueves, 25 de abril de 2013

13. Libros históricos: Josué y Jueces (Descubrir que la verdadera Tierra Prometida.)


INTRODUCCIÓN

Comenzamos una serie de libros inspirados por Dios que narran la historia religiosa de Israel, desde la muerte de Moisés (finales del siglo XII a.C.) y su relevo con Josué a la cabeza, hasta Juan Hircano (135-104 a.C.); es decir, desde la entrada en la Tierra Prometida de Canaán hasta la llegada de los Macabeos.

Para comprender estos libros hay que enmarcarlos en una visión religiosa: el plan de Dios para entrar en comunión con el hombre y traernos la salvación en Jesucristo, su Hijo, el Mesías prometido y esperado por Israel. Nos ayudarán estas palabras del Concilio Vaticano II: “...Estos libros, aunque contienen elementos imperfectos y pasajeros, nos enseñan la pedagogía divina. Por eso los cristianos deben recibirlos con devoción, porque expresan un vivo sentido de Dios, contienen enseñanzas sublimes sobre Dios y una sabiduría salvadora acerca del hombre, encierran tesoros de oración y esconden el misterio de nuestra salvación” (Constitución dogmática “Dei Verbum” n. 15).

Antes de entrar en cada uno de estos libros, hay que decir que Israel y Judá tuvieron que luchar contra reinos invasores: 
  Invasión asiria: 900-609 a.C.
  Invasión neobabilónica: 626-539 a.C.
  Invasión persa: 559-330 a.C.

El pueblo elegido por Dios tenía que luchar para defenderse. Hoy nos cuesta mucho entender estas guerras, pero Israel lo hacía con esa conciencia de proteger la elección de Dios y ser fiel a las promesas y a la Alianza de Dios. No es sólo lucha por la supervivencia personal, sino lucha por dejar bien claro ante todas las naciones que Dios es único y que Él quiso escogerse un pueblo para realizar su plan de salvación.

Por eso, los autores inspirados por Dios cuentan la historia de Israel con una mentalidad teológica, más que con una mentalidad histórica. Ven y escriben los acontecimientos del pueblo con ojos de fe, relacionándolos con el Dios de la Alianza y de las promesas mesiánicas. Unas veces seleccionan hechos, otras omiten o repiten episodios, atentos a todo lo que pueda concientizar al pueblo sobre la idea central de la Alianza.

Por eso las dos grandes ideas que atraviesan estos libros son: ALIANZA y MESÍAS. 


II. OBJETIVO DOCTRINAL: Descubrir que la verdadera Tierra Prometida es la comunión con Dios, comenzada aquí abajo mediante la gracia y la amistad con Él, y consumada en el cielo.


III. OBJETIVO VIVENCIAL: Motivar que la razón de ser de nuestras tareas diarias debe ser Dios y el deseo del cielo, verdadera tierra prometida.


IV. TESIS: El libro de Josué narra la conquista de la Tierra Prometida, llevada a cabo después de la muerte de Moisés por Josué. El libro de los Jueces contiene la historia del período transcurrido entre la muerte de Josué y la implantación de la monarquía. Dios solía llamar a los jueces en tiempos de suma necesidad, para que librasen a su pueblo de sus invasores.


V. EXPLICACIÓN DE LA TESIS:

1. Autor y fecha


Los seis libros que van de Josué al segundo de los Reyes, forman una sola obra, escrita por uno o varios autores pertenecientes a la escuela teológica llamada deuteronomista porque en ella nació el Deuteronomio.

Josué fue escrito en torno al destierro (siglo VI a.C.), o sea casi siete siglos después de los acontecimientos.

No se ha aclarado todavía la fecha del libro de Jueces. Se estima que se fue ensamblando durante el exilio.


2. Características literarias: 

a) El libro de Josué está escrito en género literario épico, grandioso, como para manifestar la fidelidad de Dios a sus promesas.

b) El libro de los Jueces es género literario narrativo, en forma novelada y, a veces, folclórica. Lo importante es la figura del héroe o juez que salva al pueblo, en nombre de Dios.


3. División y contenido temático 

a) Josué: los israelitas entran en la tierra de Canaán al mando de Josué, atraviesan el Jordán, frontera de la tierra, y las murallas de la primera ciudad cananea, Jericó; caen milagrosamente ante ellos. En la conquista de otras ciudades interviene el Señor de distintas maneras. Hay tres partes: Conquista (cp. 1-12), reparto del territorio (cap. 13-21) y apéndices (22-24).

b) Jueces: Es una recopilación de tradiciones sobre la conquista y posesión de la tierra. Pone de relieve la idea de que la posesión de la tierra exige la fidelidad a la Alianza. Por eso, cuando el pueblo no es fiel -cuando peca- Israel pierde parte de su territorio. La conversión del pueblo (o vuelta a la fidelidad a la Alianza) recompone la unidad territorial. En esta acción interviene un personaje elegido por Yahveh: el juez,que en muchos casos es un jefe de tribu en la guerra santa. Algunos de estos jueces tienen un carácter mítico. Los jueces elegidos por Yahveh libraban a Israel de sus enemigos. Se llamaban jueces porque se hicieron instrumento de la justicia de Dios para salvar al pueblo de los extranjeros que amenazaban. Los más conocidos son Gedeón (cap. 6-9), Sansón (cap. 13-16) y una mujer, Débora (cap. 4 y 5).


4. Contenido teológico y espiritual

a) Josué: ideas que remacha
  Dios es fiel en el cumplimiento de su promesa.
  El Señor combatía a favor de Israel. De este modo, la lucha por la posesión de Canaán se narra como una guerra santa. 
  Si el pueblo se mantiene fiel a la ley, Dios estará con él y la conquista avanzará. 
  Una tierra para un pueblo, en función de unas promesas, que requieren fidelidad a la Alianza con Yahveh.

b) Jueces: 
  Clara teología de la historia en cuatro momentos: pecado de idolatría del pueblo; castigo por parte de algún pueblo extranjero; el pueblo se arrepiente y pide auxilio a Yavhé, y Yavhé envía un juez que libera a su pueblo. Por tanto, el libro de los Jueces presenta a Dios como el protagonista de la historia humana. Es un Dios temible, que exige fidelidad absoluta a la alianza; pero es también misericordioso, que perdona y ayuda.
  En la vocación de los jueces se manifiesta visiblemente el elemento carismático: el Espíritu de Yavhé baja sobre ellos, los guía con eficacia a través de un don especial (p.e. la fuerza de Sansón, el ángel de Gedeón, etc...). 
  Este elemento carismático puede derrumbarse bajo el peso de su humanidad, y también puede pecar ese elegido, porque Dios sigue dejando libre a quien elige. Hay que educar la libertad para que siempre elija el bien.


VI. CONCLUSIÓN:

Estos libros nos invitan a la fidelidad a Dios y a cuidarnos de la idolatría. Sólo si somos fieles, tendremos éxito en nuestras empresas humanas y divinas. Pero, aunque hubiéramos caído, siempre está la posibilidad de arrepentirse sinceramente y acudir a Dios para pedirle perdón y volver a comenzar.


ORACIÓN: Señor, Tú nos has llamado para llevar tu promesa de salvación a este mundo. Danos la fuerza de los jueces para enfrentarnos a cuanto obstáculo encontremos en el camino y revístenos de tu Espíritu para ganar la batalla. Amén.

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