Tratado de teología
donde se hace una apología o defensa acerca del sacerdocio de Cristo.
I. INTRODUCCIÓN
Esta carta ha despertado
asombro y perplejidad. Asombro, por su lenguaje solemne. Perplejidad, debida a
los conceptos y símbolos de difícil interpretación. Perplejidad, al escuchar
que esta carta no es carta, ni la escribió san Pablo, ni está dirigida a los
hebreos. La inscripción “a los hebreos” pudo haber surgido por la fuerte
influencia que el judaísmo helenista tuvo en este escrito.
Difícilmente encontraremos
un escrito más estimulante, en el que mejor se vea reflejado el cristiano y la
comunidad creyente, que recoja nuestras vivencias y problemas con tanta hondura
y humanidad, como lo hace la carta a los Hebreos.
Ningún escrito del Nuevo
Testamento ha plasmado con tanta audacia y profundidad la más grave tentación
que puede dar al traste con la identidad cristiana, tanto a nivel personal como
comunitario: la tentación del cansancio. Un cansancio proveniente no del
trabajo –cosa normal y perfectamente explicable-, sino de la
pérdida de vista
de las dimensiones reales del misterio cristiano, de sus exigencias
determinantes, de sus esperanzas gratificantes.
II. OBJETIVO DOCTRINAL: Conocer la admirable y perpleja carta a los hebreos.
III. OBJETIVO VIVENCIAL: Agradecer a Dios que nos haya mandado a su Hijo Jesucristo, único
Sacerdote eficaz de la Nueva Alianza.
IV. TESIS: La carta a
los hebreos es una homilía o tratado de teología donde se hace una apología o
defensa acerca del sacerdocio de Cristo, superior al sacerdocio levítico, para
dilucidar dudas y animar a los cristianos en momentos duros de persecución para
que se mantengan fieles a la grandeza de su fe, así como Dios es fiel, y no se
dejen llevar por el cansancio de la lucha por la fe cristiana, cediendo al
abandono del camino emprendido, a la defección total, a la apostasía. ¡Vale la
pena ser cristiano!
V. EXPLICACIÓN DE LA TESIS:
1. Autor, fecha y
destinatarios
Se creyó que era de san
Pablo. Pero las dudas sobre su origen paulino proceden de la diferencia de
estilo y de la concepción teológica. Además el tema central del sermón, el
sacerdocio de Cristo, no se encuentra nunca explícitamente en las cartas de
Pablo. Más bien, se estima que lo escribió un oyente de Pablo.
Los destinatarios son
ciertamente cristianos, y lo son desde algún tiempo. Ni siquiera es evidente
que se trate de cristianos procedentes del judaísmo. No se descarta que se
trate de comunidades donde se dejaba sentir el influjo cultural de los
judeocristianos. Es una comunidad que está atravesando un momento difícil, una
crisis típica de la segunda generación: indolencia y descuido de la fe, poco
aprecio de la salvación traída por Cristo, abandono de las reuniones de la
comunidad, donde se comunicaba el amor cristiano. El autor califica esta
situación como grave, ya que constituye una merma importante en la fe y se
puede llegar a una verdadera apostasía.
¿En qué año fue escrita esta
carta? Más o menos entre los años 70 y 90.
2. Características literarias
a) Lenguaje solemne, como los discursos de la antigüedad.
b) No es carta, sino pieza oratoria, escrita para ser
pronunciada oralmente. Es, pues, una homilía o sermón en el que se expone
oralmente y se defiende el misterio de Cristo a la luz de la historia de la
salvación y de la Escritura.
c) Sabe combinar el aspecto doctrinal y apologético con el
exhortativo y lleno de consuelo.
d) Sus afirmaciones son contundentes, macizas.
3. División y contenido
temático
a) Primera parte (1-2): habla de la posición salvífica de
Cristo, que es más válida y ventajosa para los hombres que la de los mismos
ángeles.
b) Segunda parte (3-5, 1-10): proclama las excelencias del
sacerdocio de Cristo y exhorta a fiarnos de ese Sacerdote digno de crédito.
c) Tercera parte (5-10): es la parte central y la más amplia;
desarrolla los aspectos específicos del sacerdocio de Cristo, invitando de
nuevo a la fe y a la confianza.
d) Cuarta parte (11-12): se ocupa más en particular de dos
aspectos básicos de la vida cristiana: la fe y la constancia.
e) Quinta parte (12-13): introduce el tema del comportamiento
cristiano en su doble dimensión: hacia Dios y hacia los hermanos.
4. Contenido teológico y
espiritual
Fin de la carta: inculcarles
la preexcelencia de la Nueva Alianza sobre la Antigua y exhortarles a
intensificar la fe y la esperanza en Jesucristo, Salvador eficaz y definitivo,
dado que muchos estaban en peligro de perder la fe y volver al judaísmo, no
sólo por las persecuciones a que estaban expuestos, sino más bien por la
lentitud de su progreso espiritual y la atracción que ejercía sobre ellos la
magnificencia del Templo y el culto de sus tradiciones.
El contenido
teológico-espiritual de la carta es éste:
1) Jesucristo es el único sacerdote santo, misericordioso y
digno de crédito, que
con su sacrificio en la cruz, con su muerte y resurrección, con su ascensión e
intercesión, nos ha salvado y abierto las puertas del cielo, instaurando la
nueva alianza. Sólo Él nos ha salvado con su obediencia al Padre.
2) Hebreos destaca la contraposición entre el nuevo culto y el
antiguo, al que
califica de ineficaz. Sólo por la sangre de Cristo puede el hombre purificar su
corazón y vivir su conversión interior y su comunión con Dios.
3) Todo esto trae consigo el compromiso de vivir con intensidad
y constancia la esperanza y la fe, sobre todo en los tiempos duros y de prueba, y así no caer en la
apostasía, en el enfriamiento de la fe. Fe y constancia son dos actitudes
especialmente necesarias para cristianos de la segunda generación.
4) Nos ayudan en este camino de la fe fuerte y recia algunos
insignes personajes del Antiguo Testamento. Se subraya el carácter paradójico de la fe que no
tiene y sin embargo posee, que no ve y sin embargo conoce, que sirve para
salvar y para poner en evidencia, es decir, para condenar. Dentro del ciclo
patriarcal, la figura de Abrahán ocupa el centro de la escena. Su fe, que está
en el origen de las promesas divinas y que le hace superar la prueba de tener
que sacrificar precisamente a su hijo, depositario de las promesas, es modelo
para todos los descendientes. En Moisés, la fe le hace superar todos los
sufrimientos y tribulaciones que inevitablemente lleva consigo la fidelidad a
Dios. La fe, pues, inicia, mueve y culmina toda la aventura del éxodo y la
conquista de la tierra, acontecimientos cruciales en la historia del pueblo de
Dios. Sin la fe no se explica esa historia y tampoco podría explicarse la del
pueblo cristiano. Por tanto, la fe es garantía de pleno éxito, tanto para
alcanzar la gloria como para afrontar las más duras dificultades. Por lo mismo,
hay que correr recio el estadio de la vida para ganar el combate de la fe,
despojándonos de todo aquello que dificulta la agilidad; en este caso se trata
de despojarnos del pecado, que es el obstáculo fundamental.
5) Valor del sufrimiento: es algo con lo que hay que contar y no
debe ser considerado como un castigo de Dios. Al contrario, las pruebas y los
sufrimientos nos corrigen, nos transforman, nos perfeccionan, y son una
demostración de la solicitud paternal de Dios para con nosotros.
6) El actuar cristiano: se sintetiza en dos aspectos: buscar la
paz y la santidad. Santidad que no significa directamente perfeccionamiento
moral, sino apartamiento existencial del mundo y comunión con Dios. Este actuar
cristiano se concreta en esto: amar a los hermanos, respetar el matrimonio,
vivir desprendidos de los bienes terrenos
CONCLUSIÓN:
Terminemos esta carta diciendo que este Cristo Sacerdote es la causa del
sacerdocio ministerial, del que participan todos los sacerdotes; y al mismo
tiempo, Cristo es la alegría de todo sacerdote.
ORACIÓN: Señor, a ti
te reconocemos como Sacerdote de la Nueva Alianza y te agradecemos la
obediencia a tu Padre, gracias a la cual nos redimiste con tu sangre. Te
pedimos que todos los sacerdotes se parezcan a Ti, sobre todo, en ese deseo de
inmolación continua y en esa muerte de sí mismos, para dar vida al mundo. Amén.
(Fuente: catholic.net)
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