Estas cartas no tienen
carácter epistolar, sino que son como breves exposiciones y sentencias
doctrinales acompañadas de algunas normas prácticas.
I. INTRODUCCIÓN
¿Por qué se llaman católicas a estas cartas? Católico
significa universal. Mientras las cartas de san Pablo, hasta ahora vistas,
tienen por destinatario una iglesia particular y su contenido trata de temas
aplicables especialmente a esa comunidad, estas cartas que ahora veremos no
tienen un destinatario particular; son dirigidas a todas las iglesias; su mismo
contenido también es universal, referido para todos.
Estas cartas no tienen carácter epistolar como las de san
Pablo, sino que son como breves exposiciones y sentencias doctrinales
acompañadas de algunas normas prácticas, con objeto de defender la pureza de la
fe, amenazada por herejías propagadas en el seno de las comunidades cristianas
por falsos maestros, como ya lo había anunciado san Pablo: “Yo sé que después
de mi partida se introducirán entre vosotros lobos rapaces que no perdonarán el
rebaño, y de entre vosotros mismos surgirán hombres que enseñarán cosas
perversas para arrastrar a los discípulos en pos de sí” (Hechos 20, 29-30).
II. OBJETIVO
DOCTRINAL: Conocer el núcleo del mensaje de las cartas católicas.
III. OBJETIVO
VIVENCIAL: Tratar de hacer vida y obras nuestra fe católica.
IV. TESIS: Las cartas
católicas se llaman católicas porque están dirigidas a todos, sin limitación
geográfica. Se atribuyen a Santiago, Pedro, Judas. En ellas se anima a
permanecer en la sana doctrina y se
desenmascara a los falsos maestros. También
se invita a hacer vida y obras la fe, practicando las virtudes cristianas.
V. EXPLICACIÓN DE LA
TESIS:
1. Autor, fecha y destinatarios
Autor de la carta de Santiago es el mismo Santiago, hermano
de Cleofás y de María, hermana de la Virgen 121. Por tanto, es primo de Jesús,
gobernó la comunidad cristiana de Jerusalén desde el año 42 en adelante y
sufrió el martirio en el 62. Compuso su carta hacia el año 60. La dirige a las
doce tribus de la dispersión, esto es, a los cristianos de origen judío
dispersos por todo el mundo grecorromano.
Autor de las cartas de Pedro es el mismo Pedro, el Príncipe
de los apóstoles. Compuso sus cartas hacia el año 64-67. Las dirige a los
fieles del Asia Menor, gentiles que habían sido evangelizados por Pablo.
Autor de la carta de Judas es el apóstol Judas Tadeo122 , el
hermano de Santiago. Compuso su carta hacia el año 62-67. La dirige a los
cristianos convertidos del judaísmo que en ese momento se encontraban dispersos
por territorios del imperio romano, expuestos a unos pretendidos maestros de la
verdad, pero que en realidad son portadores de falsedad. No sería descabellado
considerar a estos falsos maestros como precursores de los gnósticos del siglo
II.
2. Características literarias
La carta de Santiago está escrita en griego esmerado, pero
con reminiscencias semitas tanto en el vocabulario como en el estilo.
Vocabulario rico, rico en aliteración, rima, frases rítmicas, palabras gancho,
recurso a la diatriba. Escrito vivaz y de gran actualidad por su exhortación
práctica. Más que una carta parece una homilía o catequesis de tono
moralizante. El autor utiliza a fondo el legado de las tradiciones proféticas y
sapienciales del Antiguo Testamento, tratando de conservar dentro de la
corriente cristiana algunos valores tradicionales que él consideraba
peligrosamente amenazados.
Las cartas de Pedro están escritas en griego. La primera
carta es un denso resumen del Nuevo Testamento sobre la fe cristiana y sobre la
conducta que esta fe inspira; está escrita en tono seguro, entusiasta,
alegre123 . La segunda carta está elaborada con maestría y detenimiento;
alterna exposición, exhortación y controversia; junto a tonos solemnes y
mesurados encontramos arrebatos apasionados; con estructura concéntrica que
tiene a poner de relieve la polémica contra los falsos maestros, parte central
de la carta. Esta segunda carta tiene las características propias del género
literario “carta testamento”, donde un personaje, que se supone cercano ya a la
muerte, reúne a los suyos para darles las últimas recomendaciones con el objeto
de asegurar la permanencia del grupo, advirtiéndole sobre los peligros que lo
amenazan. Para ello les recuerda el pasado y los conforta con la seguridad de
que Dios seguirá actuando en el futuro.
La carta de Judas está en griego, rico en vocabulario y
construcción clásica. Esta carta tiene todas las características de un folleto
antiherético. Por tanto, pertenece al género literario “controversia”.
3. División y contenido temático
Carta de Santiago:
Capitulo 1: alegría y paciencia en la prueba.
Capítulo 2: la fe sin obras es una fe muerta.
Capítulo 3: el control de la lengua y la verdadera sabiduría.
Capítulo 4: la humildad frente a la ambición.
Capítulo 5: diversas exhortaciones.
Primera carta de
Pedro:
Capítulo 1: Llamado a una vida nueva.
Capítulo 2: Llamado a una conducta cristiana.
Capítulo 3 y 4: Llamada a la caridad.
Capítulo 5: Exhortaciones.
Segunda carta de san
Pedro:
Capítulo 1: Exhortación a consolidar la vocación recibida. Recuerdo
de la enseñanza de Cristo y los profetas.
Capítulo 2: Polémica contra los falsos maestros
Capítulo 3: El día del Señor. Exhortación a una vida santa.
Carta de Judas:
·
Recuerdo de ejemplos pasados.
·
Invectiva contra los falsos maestros.
·
Exhortación a la comunidad.
4. Contenido teológico y espiritual
Carta de Santiago:
a) Fin de la carta de Santiago:
animarles a soportar con fortaleza las persecuciones y hacer vida y obras la
fe.
b) Contenido teológico-espiritual:
exhorta a vivir las virtudes cristinas: paciencia, dominio de la lengua,
caridad para con los pobres; condena la avaricia, la ambición, la acepción de
personas. En esta carta está la fundamentación bíblica del sacramento de la
unción de enfermos. Y sobre todo, lanza su mensaje principal: la fe sin obras
es una fe muerta.
Cartas de san Pedro:
a) Fin de las cartas de Pedro: consolar
y sostener la fe de aquellos cristianos en momentos difíciles.
b) Contenido teológico-espiritual: En
la primera carta exhorta a una vida cristiana más santa. Esta santidad se pone
a prueba por la calidad del amor fraterno. Sólo así podrán los cristianos
permanecer en las tribulaciones. En la segunda carta refuta el error de
aquellos que trataban de quitar importancia al juicio de Dios y negaban la
Parusía. Recomienda la paciencia, arrepentimiento y conversión, porque el Señor
puede pedir cuentas en cualquier momento.
Carta de Judas:
a) Fin de la carta de Judas: poner en
guardia contra los falsos doctores que ponían en peligro la fe cristiana
b) Contenido teológico-espiritual:
transmite estas verdades: Dios Padre es fuente de gracia y poder, y de Él
procede la salvación para todos los hombres. Jesucristo es nuestro Dueño y
Señor. El Espíritu Santo es quien nos conserva en el amor de Dios y en Él encontramos
la esperanza de alcanzar la vida eterna. El cristiano ha sido llamado por
vocación divina por un acto de amor de Dios, a vivir de fe y animado por la
caridad.
VI. CONCLUSIÓN:
Leamos estas cartas para escuchar los latidos del Corazón de Cristo, a través
del corazón de estos sus apóstoles.
VII. ORACIÓN:
Señor, que sepamos hacer vida nuestra fe, pues la fe sin obras es una fe
muerta. Que nuestras obras sean reflejo de nuestro amor a Dios que se
manifiesta a través de nosotros. Que ante los errores de nuestros días,
mantengamos y defendamos con valentía y respeto nuestra fe, que es el tesoro
más hermoso que tenemos y que vale más que la propia vida. Amén.
(Fuente: catholic.net)
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