viernes, 25 de julio de 2014

29. La persona de San Pablo



Una figura importante en la expansión misionera y expositor doctrinal del cristianismo.

I. INTRODUCCIÓN

Veremos la figura más fascinante del Cristianismo: san Pablo. La pasión que sintió por Cristo sale de lo normal. Realmente es un apasionado de la causa de Cristo; vive sólo para Cristo y para llevar su mensaje por todas partes.

Todos los cristianos, de cualquier lengua y de cualquier nación, hemos recibido el nacimiento del “agua y del Espíritu” de la mano de nuestra madre, la Iglesia, y así hemos quedado integrados en la familia de los hijos de Dios en una Iglesia que está abierta a todos los hombres: es la Iglesia “Católica”. Para que la Iglesia llegara a realizar esta “catolicidad” y no fuera una secta dentro del judaísmo, Dios se sirvió especialmente del apóstol san Pablo. Él comprendió que el Evangelio de Jesucristo era una Buena Noticia para todos los hombres y extrajo las consecuencias, superando las barreras estrechas de los que pretendían limitar la predicación del Evangelio encerrándolo dentro de un exclusivismo religioso que sólo tenía en vista al pueblo de Israel.

A lo largo de su historia, la Iglesia siempre ha sido iluminada por la palabra de san Pablo, porque tanto el Magisterio como los teólogos han recurrido necesariamente a sus cartas para profundizar y proponer la
doctrina de la fe. Muchas polémicas teológicas se han desarrollado en trono a sus textos y grandes santos han alimentado su espiritualidad en la lectura de las cartas paulinas.

Conozcamos, pues, a este titán del Cristianismo, para que, a través de él, lleguemos a conocer con pasión a Jesucristo y lo prediquemos con la misma valentía que el mismo san Pablo.


I. OBJETIVO DOCTRINAL: conocer a una de la figuras más importantes de la expansión misionera y expositor doctrinal del cristianismo.


II. OBJETIVO VIVENCIAL: Vivir lo que san Pablo nos dice: “Sed mis imitadores, como yo lo soy de Cristo” (1 Cor 11, 1).


III. TESIS: San Pablo es una de las figuras más fascinantes del Nuevo Testamento y el personaje del cristianismo primitivo del que poseemos más datos históricos. Sus cartas constituyen la correspondencia más célebre de todas las épocas. Son, además, cronológicamente hablando, los primeros escritos del Nuevo Testamento y por lo mismo nos suministran los primeros datos sobre el origen, estructura y desenvolvimiento de una serie de comunidades cristianas a veinte o veinticinco años de la puesta en marcha del Cristianismo. Su actividad apostólica tuvo como objetivo principal la fundación de comunidades cristianas, y de esta manera extender la Iglesia de Cristo y el mensaje de salvación traído por el mismo Cristo.


IV. EXPLICACIÓN DE LA TESIS:

1.         Su persona
Nació en Tarso de Cilicia, hacia el año 10. Judío de raza y religión, pero de cultura griega y ciudadano romano. Su formación básica fue judía. Estudió en Jerusalén, en la escuela de Gamaliel, el viejo. En un primer momento se produjo en él un rechazo total de los creyentes en Jesús y se lanzó a una persecución encarnizada, como apasionado fariseo, creyendo que los cristianos eran una secta en contra de la ley de Moisés. Pero un determinado momento de su vida, hacia el año 36 d.C., tuvo un misterioso encuentro con Jesús de Nazaret, camino a Damasco, y se convirtió en un propagandista del Mensaje de Jesús.

Tras unos años de educación en la fe en las comunidades cristianas de Damasco y Antioquía, y un tiempo de reflexión personal, Pablo inicia una actividad incansable con el afán de propagar el mensaje de Jesús y formar nuevos grupos de creyentes.

El libro de los Hechos describe los tres viajes misioneros de Pablo, no exentos de dificultades, sufrimientos y prisiones:

El primero, por Chipre y el sur de Asia Menor (años 45-48).
El segundo, por la parte central de Asia Menor, Macedonia y Grecia (años 49-52).
El tercero, por Galacia, Frigia, Éfeso, Macedonia y Grecia (años 53-58).
Un cuarto viaje, desde Cesarea a Roma, por mar, lo realiza Pablo como prisionero de los romanos.


2.         Puntos de su doctrina
a)         Justificado por la fe: como fariseo, Pablo creía estar justificado o salvado, por su práctica detallada de la ley. Pensaba que eran “sus” obras las que le hacían justo delante de Dios. Ahora descubre que sólo Cristo, con su muerte, hace justo al hombre, de una manera gratuita. No se trata, pues, de “merecer” la salvación sino de “recibirla”, adhiriéndose fielmente a Cristo 109.

b)         La gracia de Dios: Pablo ha experimentado la gratuidad del amor de Dios. Ha descubierto que Dios nos ama, no porque somos buenos, sino para que seamos buenos. Esta es la fuente de gozo y seguridad para Pablo.

c)         Jesucristo crucificado: la cruz, iluminada por la resurrección, se encuentra en el corazón de Pablo. A los pies del Crucificado, Pablo se siente pecador, pero perdonado. El Jesús de Pablo es siempre el Cristo Crucificado (carta a los filipenses).

d)         La Iglesia, Cuerpo de Cristo: Pablo percibe la unión entre Jesús y sus discípulos, entre la cabeza y el cuerpo (carta a los corintios) y se hace miembro vivo de este cuerpo

e)         Apóstol de Jesucristo: a partir del encuentro con Jesús, Pablo quedará absolutamente enamorado de Cristo y se lanzará al apostolado con pasión, sin tregua ni mengua. Predica, primero a los judíos; después, al ser rechazado por éstos, predica a los gentiles o paganos.



3.         Problemas y dificultades que Pablo tuvo que afrontar
a)         Un problema: ¿Una Iglesia cristiana-judía o una Iglesia nueva? Es decir, quien entraba en la naciente Iglesia, ¿tenía que circuncidarse y observar toda la ley de Moisés...o abrirse a una nueva realidad, un nuevo estilo? Para esto se reunió el primer concilio en Jerusalén, con Pedro a la cabeza y los demás apóstoles y decidieron con la luz del Espíritu Santo que no era necesario circuncidarse.

b)         Dificultades:
Incomprensiones y falsas acusaciones, por todas partes y procedentes de sus mismos hermanos judíos y de los paganos, griegos y romanos.
Cárcel, desde donde escribió varias cartas.
Martirio en Roma, decapitado, hacia el año 67, durante la persecución de Nerón.


4.         Características de las comunidades paulinas
a)         Son comunidades afincadas en el mundo helenista. Esto le ofrecía múltiples ventajas, pues era el mundo más culto, pero también traía la amenaza de un paganismo hedonista, de atractivos y fáciles cultos religiosos, costumbres reñidas con el evangelio. Ahora se entienden las continuas advertencias, recomendaciones y llamadas de atención de Pablo a esas comunidades.

b)         La mayor parte de ellas estaban enclavadas en las regiones costeras del norte del Mediterráneo (Asia Menor, Grecia, Italia); dentro, por tanto del imperio romano. Tanto Pablo como sus colaboradores procuraron establecer las comunidades cristianas en centros neurálgicos, en ciudades unidas entre sí por una fuerte red de comunicaciones. Así se favorecía el contacto y el diálogo entre las comunidades cristianas.

c)         Son comunidades establecidas en núcleos urbanos en contraste con las comunidades rurales palestinenses. Pablo no es ciertamente el fundador del cristianismo, pero sí es el creador del cristianismo urbano con todo lo que este acontecimiento iba a suponer para la evolución del cristianismo.

d)         Dentro de las ciudades en las que se asientan, el ámbito natural de las comunidades es la casa. Son comunidades domésticas que se reúnen en las casas para celebrar su fe y alimentarla.

e)         Son comunidades formadas por cristianos de procedencia tanto judía como pagana. Esto trajo, al inicio, sus dificultades, pero que fueron superándose con el amor cristiano.

f)         Son comunidades en las que, junto al entusiasmo y el heroísmo, está presente el pecado. No eran comunidades santas, sino comunidades que querían ser santas; con virtudes y defectos, con ejemplos maravillosos y con pecados. Pero ésta es la Iglesia de Cristo, santa y pecadora al mismo tiempo, santa y necesitada de continua conversión.


5.         Características de sus cartas
a)         En qué lengua están escritas: Las cartas de san Pablo están escritas en griego “común”, lengua que, además del arameo, domina con facilidad. Pablo, en general, las dictaba a un amanuense o escribano. Algunas cartas, como la escrita a Filemón, fue redactada por su propia mano. Pero siempre él las revisaba y ponía los saludos finales con su letra.

b)         Fin de sus cartas: Sus cartas sirvieron a Pablo para comunicar su concepción teológica y espiritual del misterio de Cristo. Hoy día el Papa sigue también esta tradición paulina de enviar cartas de carácter teológico y espiritual a todos los fieles del mundo.

c)         Cuántas y cuáles: Son 14, incluyendo la carta a los hebreos. Se consideran del propio Pablo: la primera a los Tesalonicenses, las dos a los Corintios, la de los Gálatas y Romanos, la de los Filipenses y Filemón. De las demás, aunque no sean del mismo Pablo, se escribieron en círculos netamente paulinos, es decir, por discípulos de Pablo (Colosenses, Efesios, 1-2 Timoteo, Tito y 2 Tesalonicenses), escritas después de la muerte de Pablo. Se han divido así sus cartas:

Cartas kerigmáticas: 1 y 2 Tesalonicenses (año 50-51).
Grandes cartas: Romanos, 1 y 2 Corintios, Gálatas (56-58).
Cartas de la cautividad: Filipenses, Colosenses, Efesios y Filemón (61-63).
Cartas pastorales: 1 y 2 Timoteo, Tito (67), llevan este apelativo debido a su preocupación pastoral de establecer la jerarquía y la organización de las comunidades.

d)         Esquema: Las cartas de Pablo se ajustan al esquema de la carta antigua: encabezamiento, el cuerpo de la carta o mensaje y el saludo final. Sin embargo, en el desarrollo de este esquema, Pablo es casi siempre profundamente original. La novedad del evangelio lo penetra todo y, desde el principio hasta el final, las cartas de Pablo rezuman vida cristiana. Nada de artificios ni de fórmulas vacías.

e)         Estilo: Utiliza todos los recursos estilísticos: paradoja, metáfora, diatriba y sobre todo la antítesis. Usa también exhortaciones y consejos.

f)         Material empleado: Incluye material ya formulado: himnos 110, confesiones de fe111 , catálogos de vicios y virtudes112 , series encadenadas de textos bíblicos113 , doxologías114 . No sólo los formula sino que los reformula y los somete a una transformación teológico-literaria.

g)         Características teológicas: Desde el punto de vista teológico las cartas de san Pablo presentan estas características:

Hay un pluralismo teológico en sus cartas, es decir, habla de varios temas.
No hay que buscar en las cartas paulinas una teología sistemática, por dos razones: primero, porque el momento histórico en que se encontraba la reflexión cristiana la hacía posible; y segundo, porque el género epistolar no era el más adecuado para ello. Por eso, la teología de san Pablo es una teología en proceso de elaboración, pues responde concretamente a preguntas concretas.
No construye sobre la nada, sino que echa mano de tradiciones que corrían por ahí.
Se hace manifiesta su formación judía, en el empleo abundante de citas del Antiguo Testamento. Usa la interpretación tipológica, es decir, la relación-comparación entre los acontecimientos de la antigua alianza y los de la nueva.



V. CONCLUSIÓN: Terminado el tercer viaje, fue preso y conducido a Roma, donde sin duda recobró la libertad hacia el año 63, aunque desde entonces los últimos cuatro años de su vida están en la penumbra. Según parece viajó a España (cf. Rm 15, 24 y 28) e hizo otro viaje a Oriente. Murió en Roma, decapitado por los verdugos de Nerón, el año 67, en el mismo día del martirio de san Pedro. Sus restos descansan en la basílica de san Pablo en Roma.


ORACIÓN: Señor, dame la misma pasión por ti y por la salvación de las almas que tuvo san Pablo, para que también yo me gaste y me desgaste, hasta ver que todos te conozcan y te amen y te sigan. Amén.


(Fuente: catholic.net)

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