ENERO
Para que la democracia en nuestro país sea efectiva y
real a nivel político, social y económico, asegurando la protección de la
dignidad de la persona humana. (Cfr. “El Bicentenario”, Nº 16)
FEBRERO
Para que nos sintamos responsables de la protección y el
cuidado de la creación asumiendo una verdadera conversión ecológica en cada
familia (Cfr. “El Bicentenario” Nº 60, 62)
MARZO
Para que quienes están involucrados en la educación de los
argentinos formen en valores y desarrollen en cada uno las virtudes cívicas que
conforman una red de compromisos estables. (Cfr. “El Bicentenario” Nº 63)
ABRIL
Para que sepamos comprometernos en la lucha contra la
corrupción pública y privada reconociéndola
como un grave pecado que mina desde sus fundamentos la vida personal y social. (Cfr. “El Bicentenario” Nº 49)
como un grave pecado que mina desde sus fundamentos la vida personal y social. (Cfr. “El Bicentenario” Nº 49)
MAYO
Para que, como pueblo, sepamos compartir valores y
proyectos que conformen un ideal de vida y convivencia, dejando circular la
vida, la simpatía, la ternura y el calor humano. (Cfr. “El Bicentenario” Nº 23)
JUNIO
Para que sepamos acompañar a las familias heridas por el
flagelo de la droga y alentar en la esperanza a todos los que buscan una
respuesta sin bajar los brazos. (Cfr. “El Bicentenario” Nº 56)
JULIO
Para que nuestro país pueda desarrollar las economías
regionales como expresión de un verdadero federalismo, respetando las etnias y
culturas, con una real dimensión política. (Cfr. “El Bicentenario” Nº 35)
AGOSTO
Para que la política y el ejercicio del poder sean
asumidos en clave de servicio haciendo que nuestra democracia sea auténtica y
representativa de los intereses del pueblo. (Cfr. “El Bicentenario” Nº 18)
SEPTIEMBRE
Para que abramos nuestros ojos para mirar las miserias
del mundo, las heridas de los hermanos y nos sintamos provocados a
escuchar sus gritos de auxilio. (Cfr. “El
Bicentenario” Nº 28)
OCTUBRE
Para que los jóvenes encuentren en Jesucristo la gran noticia
que puede saciar el hambre de plenitud que hay en cada corazón humano. (Cfr. “El
Bicentenario” Nº 76)
NOVIEMBRE
Para que asumamos la responsabilidad de edificar el bien
común a fin de que todos puedan gozar de condiciones equitativas de vida
social. (Cfr. “El Bicentenario” Nº 37)
DICIEMBRE
Para que animemos y fortalezcamos a la familia como la
comunidad natural en donde se experimenta la sociabilidad humana y contribuye
en modo único al bien de la sociedad. (Cfr. “El Bicentenario” Nº 45)
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